Mientras reviso y reviso y mando a revisar, voy buscando referencias que me ayuden en mi proceso, porque, aunque no lo crean este proceso es difícil y hay que mantenerlo activo porque si no uno se desinfla.
Entre revisión, redacción, reescrituras, búsqueda de editoriales, búsqueda de información, pasos a seguir para contactar o enviar el manuscrito el nuevo escritor queda exhausto, además de deprimido.
La buena noticia es que siempre hay buenas noticias.

Quizá te interesa hacer una propuesta editorial. Aquí puedes ver como hacerlo.