Debo confesar. He estado perezosa para leer estos días.
¿Por qué? Estaba pegada viendo una serie que me recomendó una de mis hermanas por elección que, como buena amiga, sabe lo que me gusta y por supuesto, me quedé pegada.
Pero en mi defensa, no dejo de hacer mis deberes y a pesar de que era una serie graciosa que me enganchó, noté algo muy curioso.
La evolución de los personajes, el famoso «Viaje del héroe».
Con la hermosa diferencia de que en esta serie esta evolución fue para los cuatro miembros de la familia de quién se trata la serie.
Tengo que decir que quedé deprimida cuando la acabé, porque a pesar de ser una serie cómica, la cantidad de aprendizaje y la belleza de cómo sus protagonistas evolucionan, la hacen especial.
Hay series/libros en donde este viaje se ve muy claro, donde el personaje crece de tal manera que es imposible obviar, mientras otros personajes se quedan más «estancados» o no cambian tan drásticamente.
Voy a dar un ejemplo de una serie que todos conocemos, Friends. En Friends podemos ver con claridad como alguno de sus personajes tienen una evolución más drástica que otros. Por ejemplo, el viaje de Rachel, que para mí es la que más evoluciona, es mucho más marcado que el de Ross o Joey.
Ella empieza como una niña mimada huyendo de una boda, para después de muchas temporadas con altos, bajos, cambios y traspiés, termina tomando sus decisiones desde la conciencia y la madurez.
Muchísimos libros de romance tienen muy marcados el viaje del héroe.
