Eres escritor.
Sí, así como lo lees, si escribes, también eres escritor, no importa la cantidad que escribas o el género.
En estos días estaba revisando unos blogs literarios, de esos que dan consejos y tips a escritores porque quería hacer una recopilación de consejos de escritura.
Saben que prometí que sería más activa por aquí y eso significa seguir compartiendo mi experiencia como escritora autopublicada con sus pros y sus contras.
Pero como yo soy Dori (la pececita azul Buscando a Nemo. Esa que tiene amnesia a corto plazo) y mi poder de atención es de unos 30 segundos.
Me encontré con una frase que me hizo olvidar eso de los tips y los consejos y hoy quiero hablar de ella porque me pareció muy hermosa:
“Todo el que escribe es escritor”.
La explicación fue muy concisa, pero a mí me pareció tan hermosa que quiero extenderme más allá de la explicación.
En el texto decía algo así como que si tienes la valentía de escribir y además mostrar tu trabajo a otras personas ya sean conocidos o extraños. Eso te hacía escritor.
Esa sencilla razón me pareció más que suficiente y creo que es cierto.
Quizá me acusen de falta de humildad. Creo que toda persona que sea lo suficientemente valiente para plasmar en un papel una idea o un sentimiento ya es mérito suficiente y merece ser admirado.
Hay pocas palabras más reconfortantes y a la vez estimulantes que te llamen escritor.
Con esto no quiero menospreciar a los profesionales que hacen de la escritura su forma de vida o a aquellos que por su verso han ganado grandes reconocimientos. Pero me gustaría rescatar la valentía y el talento que se requiere para escribir.
No cualquier puede hacerlo. Ya sea en mayor o menor grado o en diferentes rangos no es fácil plasmar en el papel una idea o un sentimiento.
